"El logro más importante de la ganadería nacional"

Federico Aguer

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No es una voz cualquiera dentro del mundo ganadero. Bernardo Cané es un Médico Veterinario que en su paso por la función pública marcó una bisagra en materia de sanidad animal, a través de la puesta en marcha del plan de erradicación y control de fiebre aftosa.

Graduado de la Universidad Nacional de La Plata, viajó a Inglaterra para especializarse en calidad de leche y mastitis de 1980 a 1982. En 1987 asume como Director de Ganadería de la Provincia de Buenos Aires, y dos años después la titularidad de SENASA hasta 1997. Luego del bochorno del ocultamiento del brote en 2001 vuelve al organismo por dos años más, para reimplementar dicho programa, que perdura hasta nuestros días.

A raíz del resurgimiento de brotes de la enfermedad en Colombia, y el rumor que Brasil dejaría de vacunar, Campolitoral lo consultó para saber su mirada respecto de los riesgos y oportunidades para el país.

Política de Estado

"En 1989 se lanzó el pan de control y erradicación de fiebre aftosa, que permitió que en 3 años se controlara la enfermedad y se abrieran mercados. En 1999 se dejó de vacunar y entró de nuevo la enfermedad. Se ocultó casi un año la epidemia y recién en 2001 se asumió el problema", recuerda con precisión.

Sin embargo, destaca la consolidación del programa que se puso en marcha desde entonces. "Pasaron 30 años, y es de los pocos logros que Argentina puede mostrar en los últimos 100 años. Yo diría que es el logro más importante de la ganadería nacional: es una ingeniería social que mezcla una iniciativa pública con lo privado, que construye una legitimidad y una transparencia que en 30 años permitió erradicar dos veces una enfermedad; ganar mercados; producir una renta que en los últimos 20 años hubiese sido inalcanzable de otra manera; y acceder a mercados como Canadá, EE.UU, Asia y Europa".

Pero Cané enfatiza que lo más importante de todo es que todavía se mantiene vivo. "Es un sistema público privado que maneja U$S 100 millones, y que en el transcurso de su vida ha manejado U$S 3.000 millones". Pero el especialista entiende que llegó la hora de ir por más. "Si bien sirvió para controlar aftosa y brucelosis, debería servir para mejorar la trazabilidad, y para consolidar algo de suma actualidad como el concepto de UNA SALUD: animal, humana y ambiental".

El Veterinario sigue enumerando las virtudes del programa. "Este sistema visita 600 mil veces por año (dos veces por año) a cada productor: lo tiene identificado y censado, y éste acepta de buena manera esa visita. Hoy tenemos una gran oportunidad de agregarle el componente de salud pública, generando cartillas de información sanitaria, antiparasitaria, educación sanitaria, de manejo de higiene y de alimentos".

Además, insiste con la idea de lo importante que es hablar de nuestros éxitos, y no siempre sobre las derrotas. "Sobre ellos montemos nuevos desafíos, dejemos de hablar de nuestros fracasos, que son muchos".

Cané entiende que el sistema sanitario impone recalcular todo el tiempo, "como la voz del GPS". Y expresa que "hoy el sector no tiene una visión estratégica de lo que necesita; dónde quiere llegar y cómo quiere hacerlo. Para ello debe entender que tiene el instrumento de la red de fundaciones de fiebre aftosa". Y proyecta que se debe relanzar el rol, la participación, agregarle componentes, cumplimiento de vigilancia epidemiológica, etc. Eso es indispensable. Llevamos 30 años, y es obvio que hay que hacerle mejoras", asegura.

Ir por más

Para Cané, el sistema de las fundaciones no sólo se debe ocupar de aftosa, sino de mantener inmunizado el rodeo con vigilancia y muestreos. "Si valoramos el todo, el costo de menos de un kilo de carne por proteger el rodeo y hacer la vigilancia es muy favorable, por eso mismo no recomiendo dejar de vacunar, no sólo por la protección inmunológica que representa".

Respecto de la actualidad regional, destaca lo ocurrido en Brasil. "Dos años atrás Brasil dejó de vacunar y pocos meses después aparecieron los focos; hay que ser cuidadoso en esto. Y cualquier decisión sanitaria debe ser basada en información cierta".

Consultado sobre la actualidad del organismo sanitario nacional, prefirió mostrarse crítico pero prudente. "La situación del SENASA en general es compleja, y esto se ha profundizado con la pandemia, por la imposibilidad de hacer muchas cosas. Por eso creo que el sector debe participar más en las comisiones de sanidad y en las fundaciones. Antes que culpar a otro hay que hacer autocrítica; el sector hoy no tiene este tema en agenda, lo ha delegado en sus comisiones locales o fundaciones, y deben retomar el liderazgo".

Estrategia global

En cuanto al escenario mundial, opinó que tenemos que ser conscientes que los poderosos del mundo han decidido que el concepto de sustentabilidad y carbono cero nos va a regir de acá en adelante. "Todos los organismos multilaterales hablan de eso, los grupos de empresas hablan de eso, y ese es el contexto. El mundo decidió parar de carbonizar el globo. Las automotrices anunciaron que a partir de 2030 dejan de fabricar autos a combustión. Tenemos que entender que el mudo va en esta dirección, y que además dentro de esa realidad existen grupos ultristas de clases medias de países ricos que están muy radicalizados".

Finalmente, recomienda no cometer los errores del pasado. "El hábito de esconder la cabeza debajo de la tierra ha dado pésimos resultados, y los países productores de alimentos deben salir a explicar las falacias que se dicen en estos temas. La ganadería argentina puede demostrar claramente que lo hace. Tenemos una gran oportunidad, tenemos que mostrar que somos productores de proteínas vegetales y animales y que con eso podemos ayudar a satisfacer la demanda seria de alimentos. Ellos pretenden prohibirlo, dejando la oferta restringida a derivados de soja cuya producción no es sustentable, y además es causal de las principales enfermedades endémicas del mundo como la obesidad o el cáncer".

En este sentido, redobla la apuesta expresando que "tenemos que debatir esta situación: los veganos con corren como 'sanitos', pero nada dicen de los sustitutos que ellos comen, y encima nos culpan de esa situación a los productores de carnes. Pero sin dudas es un horizonte de cambio y de oportunidad".