Así lo consideró Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales. "Si ponemos al Estado a hacer lo que no sabe, claramente el río se va a deteriorar y la competitividad se va a destruir", sentenció.
Tras la confirmación desde el gobierno nacional de avanzar en una estatización de la Hidrovía Paraná-Paraguay, desde la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPPC) advirtieron que podría ser un golpe de gracia para la competitividad de las exportaciones e implicaría poner en riesgo el mayor ingreso de divisas con que cuenta la economía del país.
"El Estado no lo puede hacer, no tiene las condiciones, no tiene los equipos; forzosamente tendrá que contratar a alguien para que lo haga, alguien que sepa", sostuvo el Presidente de la entidad, Luis Zubizarreta. Desde el sector, dijo, están "muy preocupados" ante esta iniciativa, debido a la importancia estratégica que tiene el corredor fluvial.
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Para graficar el impacto en la logística que podría tener un control estatal, trazó un paralelismo. Explicó que hasta hace 25 años el dragado lo hacía el Estado "y lo hacía muy mal". Entonces, dijo, el río tenía muy poco calado y navegaban sólo pequeños barcos. "Era como un camino de tierra por el que sólo pueden andar camionetas". Al ceder el mantenimiento al actual concesionario, no sólo se dejó de destinar recursos del país, ya que el mantenimiento se solventó con el peaje que pagaron los usuarios, sino que "ese camino de tierra se transformó en una ruta pavimentada". Ahora, dijo, hay dos posiblidades: "volver al camino de tierra, que sería estatizar el río; o vamos hacia una autopista, que creemos es lo que hay que hacer", afirmó en declaraciones a una emisora local.
El ejecutivo recordó que mientras la vía navegable estuvo a cargo del Estado Nacional, se embarcaban poco menos de 30 millones toneladas de granos y subproductos al año, mientras hoy esa cifra es superior a 100 millones de toneladas. "Creemos que con un río más profundo y ancho podríamos llegar a 200", subrayó, por lo que sentenció: "necesitamos que esta autopista funcione porque es nuestra salida de la crisis".
Aclaró que la iniciativa oficial no beneficia o perjudica sólo a empresas, sino "a toda la Argentina"; porque se trata del sistema logístico más importante del país y es lo que genera o no competitividad a la economía nacional. "Sin competitividad, nuestra economía está fulminada", alertó.
"Para salir de la crisis tenemos que exportar más, ser más competitivos; y si ponemos al Estado a hacer lo que no sabe hacer ni tiene recursos, claramente el río se va a deteriorar y la competitividad se va a destruir", insistió.
La preocupación entre los usuarios del sistema lleva tiempo, desde que se sabía que la concesión vencía y los funcionarios demostraban no actuar en consecuencia. "La verdad es que no entendemos que todavía seguimos viendo qué vamos a hacer", dijo, cuando "es tan claro" que se requiere una nueva licitación para que las principales empresas de dragado del mundo presten este servicio. "Lo virtuoso sería que haya puja entre las empresas y Argentina tenga el peaje más barato", agregó, además de mejorar las características de la Hidrovía para adecuarla al SXXI "con mayor profundidad y ancho de navegación".
Sobre los argumentos que esboza el kirchnerismo, Zubizarreta fue contundente: "claramente acá no se trata de soberanía; drague quien drague el río, la soberanía siempre estuvo en manos del país" con los controles a cargo de Prefectura y Aduana. "No tiene nada que ver con lo que se discute ahora: tener buen dragado para que los barcos entren hasta el corazón productivo del país y por lo tanto los fletes que paguen nuestras exportaciones e importaciones sean lo más competitivo posibles".
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