#DesafíoTambero: Correr con buena leche

En los últimos años, uno de los grandes desafíos del sector productivo argentino ha sido la necesidad de "comunicar mejor". Para ello, infinidad de especialistas han disertado en paneles, seminarios y jornadas agropecuarias, explicando estrategias y sugiriendo caminos. Algunas entidades avanzaron a través del desarrollo de medios propios de difusión, tales como páginas web o redes sociales, y planteando inversiones tendientes a "generar mayor empatía" con los sectores urbanos.

En Argentina, país agroexportador, el tema no es menor y parecería más sencillo de lo que realmente es, ya que con un 90 % de su población afincada en zonas urbanas, gran parte del país carece de conocimientos sobre la vida rural y el origen de los principales recursos del país. Según las encuestas, al campo se lo aprecia, aunque se sabe poco y nada de él.

Hagamos algo

La pandemia pegó duro en todo el mundo, pese a que el sector productivo fue uno de los pocos "esenciales" que pudo seguir trabajando. Por eso mismo, tranqueras adentro, la necesidad de seguir apoyando al país y dar una mano está ahí, más vigente que nunca. Eso al menos es lo que entendieron un grupo de productores, con la intención de sumar deporte y filantropía.

Andrea Passerini es una tambera de la zona de Carlos Casares en Buenos Aires y activa generadora de contenidos en las redes sociales. En diálogo con Campolitoral, se autodefinió como "un grupo de tamberos twitteros, porque compartimos por las redes en general y en Twitter, en particular, todas las cosas que hacemos".

Lo dice en referencia a secciones de gran repercusión, que ya tienen vida propia. "Tenemos días fijos, como los martes de terneros, donde cada uno refleja cosas propias de esta etapa de la vida de las vacas, y entonces mostramos las guacheras, los terneros, los partos, etc.". El grupo también va mostrando un poco de todo. "Tenemos distintos tipos de establecimientos y sistemas productivos, ya que algunos son más pastoriles, otros un poco más complejos", analiza.

Puntualmente, esta iniciativa es un emprendimiento surgido de dos tamberos: Tomás Gortari y Emanuel Zappa, que son maratonistas y triatlonistas respectivamente. "Ellos empezaron asociando el tambo, agradeciendo a las vacas y mostrando en las redes cómo se produce la leche. Después de cada entrenamiento, ellos comen lácteos. Por eso, la idea se expandió hacia todos aquellos que de una u otra manera estamos relacionados con la actividad lechera".

En qué consiste

La actividad física puede implicar caminar, correr, andar en bicicleta o nadar; en definitiva hacer algún deporte tracción a sangre humana. "Amigos como Julián Imhoff (que es tambero) o Élida Thiery (que es periodista especializada en lechería), se sumaron en seguida. Yo sabía que ellos hacen deporte, y nos ayudaron para armar un grupo de 6 personas con los que arrancamos", recuerda.

En la primer etapa, se propusieron el objetivo de traducir cada kilómetro recorrido en un litro de leche, que equivale a 4 vasos de leche. El primer fin de semana propusieron sumar 250 kilómetros, y casi alcanzan los 600. Para el segundo capítulo proyectaron 750 y casi llegan a los 1,500.

"Se nos sumó gente que no es tambera pero que consume lácteos y hace deporte y le gustó la iniciativa. Tenemos casos de familias que se van a caminar durante el fin de semana, gente que había dejado de caminar por la pandemia o el frío, lo que le agrega mérito a todo esto", opina.

Rápidamente, la idea los sobrepasó, por lo que el Ing. Imhoff tuvo que armar una planilla de Excel para volcar toda la información. "Durante la semana entrenamos como podemos, pero ya le pusimos fecha a la tercer etapa: el próximo fin de semana del 21 y 22 de agosto. Tenemos que sostenerlo en el tiempo porque la idea es que esto crezca", se ilusiona.

Passerini agrega que cada uno de los integrantes del grupo le vende su leche a distintas plantas lácteas, que serán los que destinen esa producción a fines sociales. Como no la pueden donar desde la tranquera (ya que debe haber un proceso de industrialización), la idea es buscar comedores escolares o chicos que no pueden acceder a los lácteos como destino final a esa producción. "Lamentablemente en Argentina hay muchos chicos que no lo pueden hacer, ya a través de las industrias podemos hacer donaciones a entidades y comedores sociales de cada zona".

Para esta próxima etapa ya piensan tener definido este tema. "De acá al 21 y 22 tenemos pensado que ya se va a poder concretar, pero primero tenemos que coordinar con las industrias", explica.

Según explica, un litro de leche de tambo con buen tenor de sólidos y una buena calidad higiénica sanitaria tiene un potencial de varios litros de leche que se vende en las góndolas.

Deporte y solidaridad. La movida pretende visibilizar la importancia del sector lechero a través de la actividad física y el consumo de lácteos.  

Mala leche

En los últimos tiempos se viene expandiendo la idea de comercializar productos como lácteos, que en realidad no lo son. "Empezaron a llamarse leche a cosas que no los son, y eso es un riesgo para toda la cadena láctea. Hablamos de las leches vegetales o leches alternativas a algo que no es".

La productora va más allá, y se defiende diciendo que "a nivel mundial nos acusan de maltratar a las vacas, y de una serie de cosas que son una locura, pero para la gente que no sabe hay que explicar que la vaca maltratada no produce leche. Por eso, para nosotros el bienestar animal es esencial".

Por otro lado, según el Código Alimentario Argentino, el producto "leche" es aquel que proviene de la vaca, obtenida a través de un proceso que respeta las condiciones de higiene y una serie de cuestiones. Además, si la leche es de otro animal, debe decir si es de cabra, oveja u otro origen.

Por eso, Passerini invita a sumarse a la movida. "Lo único que hay que hacer es consumir lácteos y sacarse una foto a través de alguna aplicación o con el Google Maps hacer una captura de pantalla del recorrido que realizaste y contar qué lácteos consumiste. La idea es ampliarlo a Instagram para sumar a los más jóvenes", agrega.

Llegó la hora de comunicar

Según un artículo firmado por Hayla Fernándes, de la publicación Milkpoint, los productores deben hacer algunas reflexiones acerca de los nuevos hábitos de la demanda, que obligan a reinventar el negocio. Según la autora, "si nosotros como cadena, no lo pensamos más, lo siento. No hay lechería que pueda mantener un precio sin demanda". Respecto del tema bienestar animal, remarca que el 14 % de la población brasilera es vegetariana. "¿Sabías que abrir una red social en tu granja es gratis?. No tenemos nada que esconder, ¿verdad? Entonces, ¿porqué no mostrar un poco más de las mejores prácticas? ¿Estás perezoso? No hay problema. Empieza a poner bonitas imágenes de sus vacas en sus redes personales, mostrando lo bien que se les cuida, cómo se cuidan los terneros, cuánto amas la actividad y lo importante que es para ti. Si estás mostrando a las personas que te rodean algo de tu rutina de cuidado de animales, es natural que cuando alguien escuche esas tonterías acuda a ti para verificar que la información sea correcta", destaca.

En este sentido, opina que en Brasil (al igual que acá) "no saben lo difícil que es alimentar bien a una vaca y brindarle consuelo, a menudo más que ellos mismos. El consumidor nunca ha estado en una granja y realmente piensa que la leche viene en una caja". Finalmente, sugiere otra idea de bajo costo: llevar las escuelas a los tambos. "¿No sería asombroso si los niños supieran qué es la agricultura, qué es la vaca y que todo lo que hay en su mesa proviene de una granja?".

El mundo saluda a la leche

El 1 de junio se celebra el Día Mundial de la Leche, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el objetivo de tratar cuestiones relacionadas con el sector lechero en todo el mundo y para incentivar el consumo de leche en todo el mundo. En los últimos años, varios países lo conmemoran con campañas de incentivo al consumo. En Inglaterra nació la idea de convocar a famosos, y público en general, para que se fotografíen con un "bigote de leche", iniciativa que trascendió a otros países, que tomaron de buena gana la idea de reflejar la importancia de este alimento. La Argentina exhibe una larga tradición en el consumo de productos lácteos y un nivel de ingesta por habitante -230 litros equivalentes leche por año- comparable con el de países desarrollados. Además, ocupa el 7º lugar en el ranking mundial de consumo per cápita de leche en polvo entera y el 8º en quesos. Sin embargo, en 2019 el consumo por habitante en nuestro país fue de 176 litros, el número más bajo desde 1990, cuando llegó a 162.