17 de Agosto de 2021 09:31 HS
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El estudio no transgénico de Raquel Chan para potenciar rindes en la huerta

Esta vez, protocolizó un mecanismo que prescinde de la tecnología genética y estimula el desarrollo de tallos más firmes en especies como el tomate. La iniciativa recibió un aporte de casi $ 10 millones del Programa Ciencia y Tecnología contra el Hambre.

Patricio Dobal | [email protected]

Si bien el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (AIL) alcanzó prestigio mundial por ser cuna de tecnologías como la HB4, que permite crear cultivos extensivos resistentes a la sequía a partir de un proceso de transgénesis en la soja o el trigo, esta vez la entidad que está bajo el paraguas del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) desarrolló un mecanismo más simple, pero que apunta a revolucionar la productividad en las huertas y quintas de la región.

Si alguien lo cuenta, la cosa parece poco verosímil y, de hecho, no les fue sencillo a los referentes del instituto comunicar el estudio. "Primero compartieron las conclusiones referentes de mi grupo de trabajo y no los tomaban en serio. Tuve que reforzar el planteo yo para que por lo menos voltearan la mirada y desde arriba decidieran interesarse en los resultados de un experimento que nos parece fantástico: detectamos que si le agregamos peso a algunas plantas en particular por determinado lapso de tiempo y en determinada fase de crecimiento de las mismas, logran un tallo más grueso y luego dan más frutos o más semillas", sintetizó Chan, en contacto con Campolitoral.

El método surgió casi por casualidad en las instalaciones del centro de investigación. "A partir de observar que un montón de plantas modificadas genéticamente en el laboratorio tenían una característica que no habíamos advertido inicialmente es que surgió esta idea. Las plantas en cuestión tenían un tallo más grueso y había una notoria correlación entre el ancho de los tallos y una mayor producción", añadió la doctora en bioquímica.

Lo particular del asunto llega ahora. La experimentación se plasmó mediante el uso de broches para la ropa y broches empleados en papelería. "Experimentamos con tomates, chía, quinoa, cannabis y en todos esos cultivos intensivos la técnica funcionó de maravillas. Empleamos elementos con diferente peso, pero se destacan los broches para la ropa o los usados en la oficina para sostener papeles", compartió.

Los trabajos se hicieron sobre una amplia variedad de plantas que usualmente se encuentran en las quintas y en las huertas ya que como se trata de un método manual, es imposible adaptarlo en cultivos extensivos. "Al aplicar un determinado peso por 48 horas en un determinado período del crecimiento no solo logra engrosar el tallo, también se consigue que la planta dé más semillas o más frutos", reportó.

Los resultados obtenidos en las pruebas que encaró el IAL alcanzaron difusión mundial a partir de su publicación en la revista científica The Plant Journal y fue allí que detectaron que tradicionalmente en muchas regiones se empleaba el peso como estrategia para incrementar el volumen del tallo. "Nadie lo sabe explicar bien, pero si uno circula por algunas regionales de Argentina y Sudamérica encuentra que hay lugares donde colocan algún objeto a la planta en crecimiento. Entendemos que los ancestros algo entenderían sobre esta técnica que ahora nosotros nos proponemos estandarizar y difundir", indicó Chan.

Precisamente la estrategia del equipo es la de comunicar el método como programa de extensión para intentar que los huerteros logren incrementar su producción. Así es que la iniciativa recibió un aporte de casi $10 M del Programa Ciencia y Tecnología contra el Hambre que lanzaron en forma conjunta el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, junto con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales para educar con la técnica desarrollada. El cronograma de acción incluye tutoriales en video, material impreso y recorridas in situ para que los expertos puedan explicar de manera sencilla el mecanismo.

Simular un broche

Para prescindir de los broches ya está en producción un implemento específico que servirá como objeto para simular el peso determinado que cada planta necesita con el objetivo de lograr que el procedimiento pueda aplicarse rápidamente en el territorio. "Vale aclarar que la técnica no es exitosa en todas las arquitecturas de plantas. Funciona bien en plantas que tienen un solo tallo desde donde salen las ramas. Por ende, no es eficiente en las hortalizas", planteó Chan a la hora de referirse a la "letra chica" del mecanismo.

El plan de divulgación incluye por lo tanto la recomendación de ampliar la matriz productiva de las quintas, algo que además puede traer mayor beneficio económico. "Estamos trayendo una variedad de quinoa creada en el Inta Famaillá de Tucumán que posibilita sembrarla a nivel del mar como ocurre en nuestra región, ya que es un cultivo que no es de la zona. El objetivo es que los quinteros puedan empezar a hacer quinoa que es mucho más rentable que la verdura de hoja", puntualizó la investigadora apoyándose en un cultivo que mostró gran adaptación a la aplicación del peso por 48 horas.

"Si acá pudiera se pudiera hacer quinoa realmente los resultados económicos serían más favorables que lo que el mercado da como rédito por la comercialización de plantas de hoja. Es un cambio importante, pero necesario si pensamos en el desarrollo de nuestras comunidades en la periferia de las grandes ciudades", remarcó Chan. La posibilidad de trabajar mejor con el tomate también está en el horizonte partiendo de la base de que dicha variedad hoy ocupa una parte marginal de las huertas regionales.

El portfolio de especies que engloba la investigación incluye árboles. "Hemos probado el peso en nogales y también encontramos un excelente rendimiento. Pensamos que en las huertas se pueden producir nueces de pecan en una puesta a mediano plazo ya que los árboles dan nueces luego de 5 años. Pero una vez que se cosechan las primeras, hay beneficios todos los años y la comercialización también está muy valorizada", concluyó.

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