La implantación en el centro norte santafesino se dio por finalizada, alcanzando una superficie cercana a las 420.000 hectáreas. A pesar de las escasas precipitaciones, los lotes mostraron signos de recuperación, favorecidos también por la aplicación de fertilizantes nitrogenados.
Crédito: SEA
Lote con trigo; en desarrollo vegetativo, muy buen estado, en el sureste del departamento General Obligado.
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Lote con trigo; en etapa de desarrollo vegetativo, muy buen estado, en el centro sur del departamento Castellanos.
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Lote con trigo; en desarrollo vegetativo, con síntomas de déficit hídrico, en el centro del departamento Castellanos
La siembra de trigo en el centro norte de la provincia de Santa Fe finalizó esta semana, alcanzando aproximadamente 420.000 hectáreas. Según el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, "el período de siembra concluyó con un pequeño número de lotes implantados en zonas donde se registraron precipitaciones".
A pesar de que los montos de las lluvias registradas no cumplieron con las expectativas de los productores, se observó una mejora en las condiciones de los trigales. "Las precipitaciones produjeron reacciones favorables y una recuperación en los estados de los cultivos", indicó el informe. Además, las aplicaciones de fertilizantes nitrogenados contribuyeron a que el desarrollo vegetativo y la etapa de macollaje continuaran normalmente.
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El estado de los cultivares es en su mayoría positivo, con un 85 % de los trigales en condiciones buenas, muy buenas o excelentes, y el 15 % restante en un estado que varía de bueno a levemente regular. "Los lotes sembrados en la última etapa, a finales de junio o principios de julio, fueron los que presentaron menor desarrollo vegetativo y no evidenciaron signos de recuperación", señaló el SEA.
En cuanto al contenido de agua en los suelos, se constató una menor disponibilidad en los primeros 5 a 7 centímetros del perfil, aunque en profundidad se detectó un mayor contenido. "La dinámica de los escenarios ambientales y las particularidades zonales condicionaron la toma de decisiones en la recta final de la cosecha fina 2024", concluyó el informe.
Para la semana del 14 al 20 de agosto, los pronósticos climáticos prevén estabilidad, con jornadas parcialmente nubladas y temperaturas diarias medias a bajas. "A partir del lunes 19, se espera un aumento de la nubosidad, con probabilidad de inestabilidad climática y precipitaciones de variadas intensidades e irregular distribución", indicó el informe.
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