Senasa informó la ausencia de insectos en más del 90% de las áreas verificadas en 11 provincias en 2022. Sin embargo, la llegada de las lluvias podría activar los nacimientos.
Juan Manuel Fernández | jmfernandez@ellitoral.com
La sequía y las condiciones climáticas del verano pasado, sumado a las tareas de vigilancia y control, serían los factores por los cuales aún no se ha detectado presencia de langostas en las 11 provincias argentinas que monitorean los técnicos de Senasa.
"Más del 90% de las zonas con habitual presencia de langostas en la República Argentina mostraron ausencia de la plaga, según los resultados de las verificaciones permanentes realizadas en 2022", indicaron desde el organismo sanitario.
Las acciones del Senasa, junto a otros organismos públicos, nacionales y provinciales, alcanzaron a más de 4300 sitios en Jujuy, Salta, Tucumán, Chaco, Formosa, Santa Fe, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, La Rioja y Catamarca, dando como resultado que el 93% de estos lugares se encontraron sin presencia de langostas; mientras que en el 7% restante la plaga estaba en fase solitaria, sin registro de daños en cultivos y sin necesidad de acciones de control. "En ese sentido, es importante destacar que no hubo formación de mangas", indicaron.
Al respecto, Maximiliano Maldonado, integrante dell Programa de Langostas y Tucuras del Senasa, indicó a Campolitoral que "la baja humedad en los suelos, sumado a la ausencia de lluvias, son factores que inciden en el bajo o nulo avistamiento de Langostas". De todas formas, comentó que "hubo un pequeño foco en cercanías de La Paz (Bolivia), un sitio que no se tenía mucho registro de presencia"; por lo que se aguarda el comportamiento de los insectos en los próximos meses.
Por su parte, el prestigioso entomólogo de INTA Rafaela Jorge Frana aclaró que una interpretación posible sobre la ausencia de langostas sería que "normalmente los nacimientos en insectos de suelos se inducen por humedad del suelo". Por ejemplo, citó que después de la lluvia del domingo pasado se verificó una "gran afluencia de hembras de bicho torito, que en época normal ocurre en diciembre".
Al respecto, advirtió: "si se producen lluvias este fin de semana, esperen nacimientos en 7 días; excepto que las condiciones del verano pasado no fueran favorables para las posturas". En relación a este comportamiento, valoró la importancia de los monitoreos y la observaciones que realizan los técnicos de Senasa.
Antecedentes no tan lejanos
Desde el organismo santuario, explicaron que "la langosta es una plaga migratoria que no reconoce límites ni fronteras", por lo que en un día puede trasladarse hasta 150 kilómetros y, por ejemplo, cruzar de una provincia a otra, o incluso de un país a otro en cuestión de horas.
Esa fue la situación que ocurrió a mediados de 2019, cuando en Formosa, Santiago del Estero y Chaco se verificaron mangas de langostas activas. Comportamiento que continuó al año siguiente, incluso con el ingreso y asentamiento de mangas en el norte santafesino.
Por este motivo, el Senasa realiza una vigilancia permanente y control temprano de la plaga durante todo el año en determinadas zonas de Argentina. Este manejo preventivo constituye una estrategia que se originó en nuestro país y se utiliza a nivel mundial con el objetivo de evitar que se produzcan brotes poblacionales, ya que el monitoreo permanente resulta clave para lograr una detección temprana de la plaga que mejore los tiempos de respuesta ante crisis.
En el año 2015 se produjo un resurgimiento de la plaga –luego de 60 años sin formación de mangas– que se extendió por Argentina, Bolivia y Paraguay. Luego de 6 años de lucha, a partir del año 2021, las langostas entraron en recesión, sin detecciones de poblaciones gregarias hasta la fecha. No obstante, los países de la región continúan en estado de alerta y sosteniendo un manejo preventivo.
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