En el centro norte provincial la estimación de siembra era la más alta en 15 años al inicio de la campaña. Pero el cese de las lluvias y el desecamiento de la capa superior del suelo frenó las labores y el área disminuiría 4% respecto de 2023.
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Lote con trigo; en desarrollo vegetativo, con síntomas de déficit hídrico, en el centro del departamento Castellanos.Crédito: SEA
Lote con trigo; en desarrollo vegetativo, muy buen estado, en el sureste del departamento San MartínLa ventana de siembra de cerró en el centro norte santafesino y lo que amagó con llegar a ser el área más grande con trigo en 15 años, finalmente resultaría en una disminución del 4% respecto del ciclo previo.
El reporte semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, volvió a mencionar -como en las entregas previas- que "se observan síntomas de déficit hídrico como consecuencia de la escasa disponibilidad de humedad en el suelo".
Este fue el factor por el cual de las 465.000 hectáreas que inicialmente se creyó que podrían implantarse, finalmente se sembraron 418.500, equivalente al 90% de lo proyectado. Esta imposibilidad de cubrir unas 46.500 hectáreas (10%) implicó que el área definitiva terminase siendo 4% (17.500 hectáreas) inferior a las 436.000 del ciclo 2023/24.
Pese a estar fuera de fecha, ya que las últimas oportunidades son hacia fines de julio, durante la última semana "la siembra de trigo tuvo un muy pequeño número de lotes en los que se implantó, muy puntualmente donde se registraron precipitaciones", indicó el SEA. En general se sembraron trigos de ciclo largo pero, también se utilizaron semillas de ciclo intermedio.
En cambio, donde no hubo lluvias estuvo totalmente paralizada, como consecuencia del bajo contenido de agua útil en los perfiles de suelos. "Se detectaron más parcelas con indicadores de déficit hídrico".
El sondeo semanal indicó que las precipitaciones irregulares, en área y milímetros, "provocaron que el número de parcelas de trigo con indicadores de déficit hídrico, se estabilizara". Situación que, añade, "debería monitorearse para una evaluación concreta de la respuesta de los sembradíos a las condiciones ambientales que soportaron".
Hasta la fecha, los trigales se encontraron en un 68 % en estado bueno, muy bueno o excelente y el 32 % restante, desde bueno a levemente regular. "Dicha variación se evidenció particularmente en los lotes sembrados en la última etapa, fines de junio o principios de julio, ya que los cultivares presentaron menor desarrollo vegetativo de las plantas y amarillamiento de sus hojas", concluyó el reporte.
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