Donde llovió, se pudo sembrar algo más de girasol y maíz

Las lluvias aisladas que se registraron en algunas zonas del norte santafesino trajeron un breve alivio para los productores, que pudieron retomar parcialmente la siembra de girasol y maíz temprano. Sin embargo, el panorama sigue siendo complejo, ya que la falta de agua útil en la mayor parte de la región impide un avance más sostenido en las tareas de implantación.

De acuerdo con el último informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, las lluvias beneficiaron especialmente a los departamentos General Obligado, San Javier y San Justo, donde "se reactivó la siembra de girasol" tras semanas de parálisis. En otras zonas, como el norte de Las Colonias, también se aprovechó el agua disponible en los primeros centímetros del suelo para avanzar. A pesar de este respiro, la implantación sigue detenida en buena parte del centro-norte santafesino, donde los perfiles de humedad permanecen deficientes.

Hasta el momento, el girasol ha cubierto el 70 % de la superficie proyectada para la campaña 2024/2025, lo que representa unas 96.600 hectáreas sembradas, con un avance intersemanal de solo 2 puntos porcentuales. Aunque la intención de siembra se estima en un 4 % más que el ciclo anterior, alcanzando unas 138.000 hectáreas, los productores enfrentan varios obstáculos, entre ellos, la plaga de palomas, que ha afectado las parcelas cercanas a montes, principalmente en General Obligado.

En cuanto al maíz temprano, la situación es similar. El informe destaca que, tras las lluvias, hubo "mayor movimiento de sembradoras" en las zonas donde se dispone de agua útil, sobre todo en áreas lecheras. Sin embargo, en el resto de los departamentos, la siembra continúa suspendida. El avance semanal fue de 5 puntos porcentuales, alcanzando el 40 % de la superficie prevista, lo que equivale a unas 30.400 hectáreas implantadas. A diferencia del girasol, la intención de siembra de maíz cayó un 20 % respecto a la campaña anterior, proyectando un total de 76.000 hectáreas.

A pesar de la reactivación parcial, el SEA advierte sobre las dificultades que persisten para estos cultivos, en particular la "germinación algo irregular" observada en las últimas parcelas sembradas con maíz, afectadas por la falta de agua en la cama de siembra. Esto genera incertidumbre entre los productores, quienes enfrentan "mayores interrogantes, incertidumbres, siembra o no siembra", así como la posibilidad de modificar sus planes hacia otros cultivos o estrategias.

Las condiciones hídricas son críticas en la mayor parte del área relevada. En los primeros 25 a 45 cm del perfil de los suelos, el contenido de agua útil sigue siendo insuficiente, aunque en profundidad se registra algo más de humedad. De cara al futuro inmediato, el pronóstico climático para los próximos días no es alentador. Hasta el domingo 6 de octubre, se espera estabilidad, con jornadas soleadas y temperaturas que oscilarán entre mínimas de 10 a 23 °C y máximas de 23 a 35 °C. Recién hacia el final del período podría aumentar la nubosidad, con algunas chances de lluvias dispersas, aunque no se prevén precipitaciones significativas que puedan revertir la situación actual.

En este contexto, los cultivos enfrentan "mayores síntomas de déficit hídrico", como señala el informe difundido por la Bolsa de Comercio de Santa Fe, lo que pone en riesgo la evolución de las siembras. Con las ventanas óptimas de implantación acortándose, la falta de lluvias adecuadas podría impactar negativamente en el desarrollo de la cosecha gruesa, generando cada vez más incertidumbre entre los productores.