21 de Diciembre de 2021 11:59 HS
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Difícil que en 2022 haya mejores precios internacionales

El análisis semanal de Rosgan advierte que empiezan a disolverse los fundamentos que elevaron las cotizaciones este año. "El balance mundial tiende a encontrar un nuevo equilibrio".

La resurrección del sector gastronómico, tras un año perdido a causa de la pandemia en 2020, y las restricciones de importantes proveedores mundiales de carne bovina configuraron un escenario de altos precios para esta mercadería en 2021, situación que empieza a cambiar y difícilmente el año entrante arroje mejores valores, anticipó en su análisis sectorial Rosgan. 

De acuerdo al Índice de Precios elaborado por la FAO para la carne vacuna, en lo que va del año (enero noviembre) los precios de la carne vacuna medidos a través de este Índice se sitúan en un promedio de 117 puntos, un 23% superior al promedio de los últimos 10 años (95 puntos). Este año, a pesar de la moderación registrada en los últimos dos meses, los precios internacionales resultan un 26% más altos que un año atrás, al pasar de un índice ponderado de 99 puntos en noviembre de 2020 a los actuales 125 puntos. 

Sin embargo, el análisis advierte que algunas de las restricciones que afectaron en forma negativa la oferta de los principales exportadores han comenzado a destrabarse en los últimos días sumado también a algunos cambios a nivel demanda "que restarían cierta presión de compra, al menos en el corto plazo". 

Desde el lado de la oferta, una de las noticias más relevantes de los últimos días ha sido la comunicación por parte de China de la reapertura de las importaciones de carne vacuna proveniente de Brasil. Esto implica la habilitación no solo de lo que se produzca a partir de ahora, sino también la que se produjo entre el 4 de septiembre y el 15 de diciembre, período en el que esta actividad comercial estuvo suspendida. 

"A partir de ahora, la reaparición de Brasil como principal proveedor del mercado chino plantea una muy fuerte competencia no solo en volumen sino también en precio", indicó Rosgan, especialmente por la depreciación del real, que tocó mínimos históricos. 

Argentina, tras los últimos anuncios de "flexibilización" del cepo a la exportación, podría aportar este año unas 700.000 toneladas de carne bovina, 200.000 menos que en 2020. "¿Cuánto de este retroceso podrá recuperarse el próximo año, tras la flexibilización anunciada?" se pregunta la entidad rosarina. Por poco que fuera, "sin dudas implicará mayor volumen volcado a un mercado internacional más competitivo". 

Además, Australia es otro jugador importante que en el próximo año estaría recuperando nivel de faena y por ende oferta exportable. A lo que se suman las señales de reactivación en la cadena de suministro de EE.UU. que durante la primera mitad del 2021 también ha mantenido limitado a este importante jugador.  

Desde la demanda, el trabajo indica que Europa y China se muestran "más cautas" de lo que se venía viendo. El gigante asiático, habiendo recuperado el suministro de Brasil, podría "mostrarse más conservador en materia de precios". Sobre todo teniendo en cuenta que la inflación del mes de noviembre alcanzó el 2,3% interanual, la tasa más alta de los últimos 15 meses y vinculada esencialmente al precio de los alimentos, "algo que podría llevar al gobierno a tomar medidas de contención de precios, como ya se ha visto en ocasiones anteriores". 

Por su parte, Europa está siendo nuevamente afectada por una ola de covid-19 que, en algunos lugares, ha obligado a restablecer estrictas medias de distanciamiento, en detrimento del consumo social. En las últimas semanas se han registrado bajas considerables en los valores de los cortes Hilton. Hoy el valor medio para una tonelada de RAL Hilton ronda los USD 10.000, quedando ya muy lejos de los casi USD 15.000 por tonelada que se llegó a pagar a mediados de octubre.

A esto se suma que un reciente informe publicado por la Comisión Europa, señala que el consumo de carne vacuna en los países del bloque continuaría con su tendencia a la baja pasando de 10,4 kg per cápita a 9,7 kg, hacia 2031. 

De todos modos, Rosgan concluye que el 2022 "debería ser un año relativamente estabilizado, en el que el balance mundial tiende a encontrar un nuevo equilibrio, sin grandes subas en materia de precios como se vieron este año, pero con un mercado que continúa firme y muy demandado". 

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