En un ensayo de Aapresid se hallaron plantas de maíz con mayor altura y raíces más desarrolladas en lotes que vienen de vicia.
La Regional Pergamino-Colón de Aapresid se planteó realizar un ensayo comparativo entre dos tratamientos: barbecho químico y cultivo de servicio, con el objetivo de ajustar el manejo del agua y nutrientes, y poder extrapolar estos datos -obtenidos con rigurosidad científica en la Chacra-, a escala productiva.
La Vicia villosa es una especie leguminosa que tiene la capacidad aportar nitrógeno al suelo, con buena cobertura -compitiendo así con las malezas-, y tolerante al frío. Gracias a estas características, la incorporación de este cultivo como antecesor a un maíz tardío, es una excelente práctica para contribuir a la productividad del maíz y a la sustentabilidad de los sistemas agrícolas.
La experiencia se realizó al oeste de la provincia de Buenos Aires, en una zona de suelos tipo Hapludoles típicos, característicos por poseer elevado porcentaje de arena en su composición y baja retención de humedad. "Este año se decidió realizar un ensayo, sembrando con vicia y dejando una franja sin sembrar, donde se hizo barbecho químico".
Diferencia de cobertura aportada por los rastrojos. Lote de maíz implantado sobre vicia (izquierda) y sobre soja de segunda-barbecho químico (derecha)
Algunos datos técnicos
El lote proviene de las siguientes rotaciones desde el año 2018: Vicia-Maíz Tardío, Soja 1°, Trigo-Soja 2° y Vicia-Maíz Tardío.
Por otro lado, la vicia se sembró a fines de mayo y se secó químicamente 5 meses después, alcanzando unos 4.800 kg/ha de materia seca.
Al momento de la siembra de maíz, se contaba con buena recarga hídrica, y se fertilizó con 70 kg/ha de nitrógeno.
Efectos positivos sobre el maíz
Como resultados preliminares, si bien no se encontraron diferencias en el contenido de agua útil y nitrógeno en el análisis de suelo, "observamos mayor altura y desarrollo radicular del maíz en la franja con vicia, que a su vez tiene una menor presión de malezas por mayor volumen de cobertura", resaltaron.
Si bien es necesario seguir la evolución del cultivo en los dos tratamientos y hacer las mediciones de rendimiento, agua útil y contenido de nitrógeno al momento de cosecha, los avances son prometedores. Desde la Regional se mostraron muy conformes con los resultados hasta el momento y afirmaron que "éste es un claro ejemplo de los beneficios de la intensificación en Hapludoles".
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