El titular de la Agencia de Arroyo Seco de INTA, Gabriel Prieto, remarcó los hitos de una campaña que difícilmente se pueda repetir.
En diálogo con Campolitoral, el especialista analizó que Santa Fe se caracteriza por producir arveja y lenteja. "Supo hacer garbanzo, hasta que las enfermedades se los llevaron puesto", recordó. Prieto recuerda que el 90% de la lenteja a nivel nacional está ubicado en los departamentos Rosario y Constitución.
"Para la lenteja fue un año realmente extraordinario, con muy buenos rendimientos, aunque para la arveja no tanto, porque tuvimos una semana con mucho calor, que la afectó. Veníamos muy bien, pero el clima se llevó puesto parte del rendimiento, que si bien no fue malo, estuvo lejos del récord que obtuvo la lenteja".
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Según destacó, para las lentejas, las lluvias fueron justas: ni sobraron ni faltaron. Y tampoco hubo heladas fuertes en todo el período de crecimiento. Eso ayudó muchísimo. Y tampoco hubo temperaturas muy altas en octubre, que es el período más crítico.
"Como la arveja se sembró más tarde, sobre finales de octubre tuvimos una semana de mucha temperatura que la afectó severamente, mientras que la lenteja ya estaba terminando el ciclo, así que realmente nos dio una satisfacción muy grande". Y agregó que en cuanto al área sembrada, Buenos Aires superó a Santa Fe en producción de arveja, con un potencial muy grande, y Santa Fe quedó un poco relegada.
Deudas pendientes
A la hora de analizar los problemas estructurales, no dudó. "Tenemos varios problemas, uno de ellos es la falta de variedades por le tema de las regalías extendidas, como para que el productor pueda ir incorporando nuevos materiales genéticos que funcionen mejor. Sobre todo para incrementar el área de las arvejas amarillas, que son las que tienen un mercado mayor".
En este sentido, vale la pena recordar que Argentina es un exportador neto de legumbres. En general, los porotos y garbanzos del NOA, el garbanzo y maní de Córdoba. El consumo es de 200 gramos de arveja y de 300 a 400 de lenteja, "es muy muy bajo, sobre todo si lo comparamos con los 55 mil gramos de cerveza que nos tomamos los argentinos, estamos muy lejos de tener un mercado interno. Y eso es preocupante, porque es una fuente de proteína y minerales esenciales para el ser humano y ala luz de los trabajos científicos que han demostrado que el consumo de legumbres bajan considerablemente los riesgos de enfermedades cardio vasculares. A la lenteja siempre se la piensa en un guiso, pero se la puede incorporar en un montón de ensaladas y durante todo el año".
Perspectivas
En cuanto a lo que se viene, remarcó que la zona productiva está pasando por un periodo de sequía extremo. "Fue uno de los diciembres y eneros más secos de los últimos 20 años. Y los productores están muy preocupados, no sé cómo van a seguir. Están todos los cultivos muy afectados, incluso los maíces tardíos que esperábamos que mejoraran, y peor los que estaban sobre lenteja, con lo cual tenemos que esperar qué dice el clima para empezar a programar la siembra de la 22/23. La lenteja arranca desde fines de junio y arveja en julio hasta fines de julio las dos especies. Todavía hay tiempo, y desde INTA estamos preparando capacitaciones, y cursos para pasarle al productor la información que hemos generando durante 2021".
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