Reclaman el pago de la tercera cuota

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Según Javier de la Peña, de la Junta Intercooperativa de Productores de Leche, hay un malestar muy grande en todo el sector. "A los productores nos genera mucha incertidumbre, sobre todo en lo que es la parte organizativa, porque hoy ya debería ser una semana que está cobrada la tercera cuota. Si bien nos han agregado en principio una quinta cuota para cobrar pero todavía no nos han ligado la tercera", expuso el productor.

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Según De la Peña, se trata de un problema que empezó allá en noviembre con el Soja 1; siguió con el soja 2. "En enero nos dijeron que nos iban a dar este Plan, el que se puso en marcha recién en marzo, o sea, cuatro o cinco meses después de que empezó todo el problema. Y con productores atravesando una sequía, inédita para nuestra zona (por la amplitud y por la duración)".

El peor escenario

Esta coyuntura macroeconómica con una inflación de casi el 9% mensual, obviamente que conspira contra las buenas intenciones iniciales del programa. "Nosotros lo dijimos de entrada desde las distintas entidades con las que trabajamos permanentemente en defensa de la producción primaria: que esto era un plan que era muy corto en cuanto a la plata y muy extenso en el tiempo. Los problemas eran urgentes y esto es como una Bayaspirina cuando acá tenemos una mal mayor", sostiene.

A la hora de los números, De la Peña explica que el máximo que está permitido que es para un tambo de hasta 4.000 litros representa unos 600 mil pesos. "Eso equivale a unos escasos 5.000 kilos de comida para un tambo de 4.500 litros que tiene no menos de 200 vacas en ordeñe. Y esas vacas hoy con el faltante de comida que tenemos son de cuatro a ocho kilos de comida por día, con lo cual es un plan recontra escaso no cubre ni siquiera una semana de las necesidades que tenemos".

En este sentido, remarcó que los productores tienen una gran resiliencia, pero de cualquier manera ya se están viendo novedades inquietantes. "Este año lo que vemos que no era tan común. Es que ya haya cierre de tambos; están cerrando tambos de tamaño intermedio, recordemos que además esta política encareció sustantivamente la comida de los animales, y también los alquileres, por lo tanto todos aquellos tambos que tienen un gran componente de campo alquilado para poder funcionar han visto totalmente resentida su economía".

Luces rojas

El productor admite también que hoy las cuentas de la Cooperativa están incrementadas a los valores habituales de cada cierre de balance (30 de abril) "y creo que esta situación no es sólo de mi Cooperativa, sino de todas las entidades y empresas, con lo cual el problema subsiste".

Además, reconoce que con respecto a otros años, hoy no hay reservas ni de calidad, ni de volumen guardadas en los campos, como es habitual que ocurra a esta altura. "Se viene el invierno y vamos a necesitar plata que no sabemos de dónde va a salir, no la vamos a poder generar nosotros, eso es seguro".

En cuanto al cierre de tambos, sostiene que tienen muchas versiones de productores "y yo tengo conocidos y socios de la Cooperativa que han cerrado, pero no te puedo decir la magnitud porque también la zona de distorsión es muy grande. Son tres provincias fundamentalmente las que las que nuclean el grueso de la lechería, pero realmente la dispersión es grande y en todos lados tenemos versiones de que hay cierres, pero para que tengas una idea todavía no tenemos la estadística de cuál fue la tasa de cierre del año pasado".

Fuente de arraigo rural

Consultado sobre el rol económico y social que cumple un tambo enclavado en el territorio rural, De la Peña es claro. "Esto hace que la malla social del interior de la provincia de Santa Fe se vea resentida, porque va a faltar plata dentro del circuito económico de cada uno de los pueblos ,y va a haber mano de obra que se va a quedar sin trabajar. Cada tambo tiene cuatro personas como mínimo trabajando. Y después tenemos casos de tambos de tres, cuatro o cinco mil litros que trabajan seis, siete personas como mínimo. Después de están los tractoristas, los contratistas locales del pueblo, las fumigaciones, la Siembra Directa; todo eso generalmente se hace contratando gente local. Este trabajo es el gran movilizador de mano de obra del interior del país".

Por último apeló a que el próximo gobierno apunte a consolidar todo lo que significa la lechería para un país. "En general, la producción lechera trabaja con dos tres años para adelante. Eso es lo primero que tienen que entender los gobernantes. O sea, yo no puedo trabajar para ver qué va a pasar el mes que viene; yo tengo que trabajar pensando en los próximos dos o tres años. Segundo, es un sector que está desinvertido, tenemos maquinaria que en general está relativamente vieja. O sea, tiene muchos años de antigüedad".

Y cerró rogando por reglas claras. "Una macroeconomía que ayude, porque no sirve para nosotros tener que exportar con un dólar de 240 pesos con retenciones del 9% prácticamente sin reintegros, y comprar los insumos que manejamos con un dólar de casi 500 pesos y además con inflación en dólares".

"Entonces necesitamos esas reglas macroeconómicas bien claras en general, nosotros somos de no pedir intervenciones del Estado, porque cada vez que interviene el Estado pasa esto del dólar soja. Somos de la idea de que no debería intervenir el Estado salvo para promocionar cada una de las producciones que tenemos. La lechería tiene mucho para dar en cuanto a la parte de producción y se puede incrementar el volumen de leche, si nos dan las herramientas para poder hacerlo. La parte financiera, simplemente es hoy meramente un enunciado, porque en realidad no existen o son muy pocos los planes reales de financiación que existen para los productores".