La genética como herramienta

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Según Manuel Olarra, vicepresidente de la Asociación  Angus, para Argentina es un gran oportunidad. "Desde la Asociación nos encargamos de difundir nuestros programas que son muy exitosos y que ayudan mucho al productor. Es un trabajo arduo y hay que estar encima, y como todo en este país, la vorágine nos hace olvidar las cosas importantes a largo plazo. Pero si vemos a los países que no tienen nuestros problemas, vemos que las cadenas de producción de carne vacuna apuntan a producir con sustentabilidad, incorporando el bienestar animal, y apuntamos a fortalecer la calidad nutritiva de la carne natural". 

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Según Olarra, mientras la producción de hacienda modifica ciertas normas de manejo históricas en las mangas (con la incorporación de prácticas e instalaciones más amigables), la genética también contribuye al bienestar animal desde hace muchísimos años.

"Cuando seleccionamos por peso al nacer, por ejemplo, para que una vaca pueda parir fácilmente y no tengamos que ayudarla, provocándole tirones o haciéndole una cesárea, mejoramos su calidad de vida", indicó. Según señaló al portal valorcarne, hoy Angus dispone además de un DEP de docilidad, por medio del cual es sencillo incorporar mansedumbre a los rodeos. "Un menor estrés para un animal manejado en una pastura o en un corral, es clave para que tenga una buena experiencia en nuestros establecimientos", sostuvo Olarra, aludiendo a un atributo cada vez más observado por los consumidores.

Otros DEPs importantes en esa línea son los de sanidad de pezuñas que hacen a la funcionalidad de los animales. "Nuestra ganadería es básicamente pastoril, los animales tienen que caminar muchos kilómetros por día, para lo cual deben tener patas sanas, que favorezcan su comodidad y bienestar", apuntó. 

Lo que se viene

Según Olarra, para 2050 los desafíos pasan por mostrar el camino, y el primero es empezar a trabajar en ofrecer alternativas a los socios para que empiecen a trabajar disminuyendo las emisiones en sus rodeos. "En esto la genética ayuda mucho, cuidando el bienestar animal, algo que de a poco se está haciendo en Argentina". 

Y agregó que "la idea es transmitir eso, para que en cada medida que adoptamos para docilidad ayuda a disminuir el estrés de los animales. Cuando buscamos un DEP de mejor conversión en carne estamos ayudando a una menor emisión para invertir menos en alimentar esos animales. Estamos apuntando a eso".

Finalmente, respecto a la velocidad con que el país incorporó este desafío, consideró que "estamos bien, porque si bien otros países empezaron primero, mostramos los argumentos de nuestra ganadería pastoril. Por ello, el forraje es un gran captador del dióxido de carbono que contrarresta las emisiones de los bovinos, y venimos alcanzando metas que de desde la ganadería vamos a dar una respuesta a eso".