"No existe un modelo único de producción sostenible" 

En el complejo escenario del comercio internacional agroalimentario, Argentina se encuentra frente a un desafío mayúsculo que podría reconfigurar su posicionamiento en el mercado global. El 1 de enero de 2025, la Unión Europea implementará un reglamento controvertido sobre deforestación que ha encendido una serie de alarmas entre los exportadores argentinos y en la esfera de la diplomacia comercial. Santiago Bonifacio, Licenciado en Ciencias Políticas y Director de Cooperación y Negociaciones Bilaterales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, compartió en esta ciudad su visión crítica y algunas acciones del Gobierno Nacional en esta línea.

En su disertación, Bonifacio se mostró firme en su rechazo a lo que considera una medida "arbitraria, unilateral y extraterritorial" que no solo incumple las normativas internacionales, sino que también amenaza con distorsionar el comercio global. Según él, el reglamento de la Unión Europea, que entra en vigencia "hoy mismo", constituye una barrera no arancelaria que podría impactar severamente en la capacidad de Argentina para exportar sus productos agroalimentarios.

El reglamento, diseñado para frenar la deforestación asociada a la producción de ciertos bienes, establece requisitos estrictos para las exportaciones provenientes de países fuera de la UE. De allí que Bonifacio enfatizó que estas medidas podrían actuar como barreras comerciales disfrazadas que limitan el acceso de productos argentinos a un mercado clave, especialmente en un momento donde la protección del medio ambiente y la sostenibilidad son temas centrales en las discusiones globales.

Un entorno complicado

"Estamos enfrentando un entorno de crecientes regulaciones y demandas internacionales que buscan asegurar la sostenibilidad en la producción agroalimentaria," explica Bonifacio. "Sin embargo, el reglamento europeo no toma en cuenta las particularidades de la legislación nacional ni las prácticas sostenibles que ya implementamos en Argentina."

En este sentido, Bonifacio destacó que Argentina no es ajena a los desafíos del mercado global, pero que el país también presenta fortalezas significativas. "Nuestra nación cuenta con una abundancia de recursos naturales y productores que adoptan tecnología de vanguardia. Hemos trabajado durante décadas en la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de recursos," señala. Además, menciona la existencia de una ley nacional sobre bosques que regula de manera estricta las prácticas relacionadas con la deforestación.

El director también criticó la falta de claridad y las indefiniciones en la implementación del reglamento por parte de la Unión Europea, lo que ha llevado incluso a algunos de sus propios estados miembros a solicitar una postergación. "Esto solo añade incertidumbre a un proceso que ya es problemático para los exportadores argentinos," afirmó.

Bonifacio subrayó que la posición oficial de Argentina sigue siendo firme en la discusión del reglamento, tanto en foros bilaterales como multilaterales. "Estamos defendiendo nuestro modelo de producción y nuestro compromiso con la sostenibilidad, y continuaremos haciéndolo en todos los niveles de negociación," aseguró.

Luego de las preguntas del auditorio moderadas por el Dr. Gustavo Sutter Schneider (CRA), el funcionario admitió que estamos en medio de un contexto global de proteccionismo y disputas comerciales, donde Argentina enfrenta el reto de equilibrar sus compromisos con las demandas internacionales mientras defiende sus intereses comerciales. La situación con el reglamento de deforestación de la Unión Europea es un claro ejemplo de cómo las regulaciones externas pueden tener profundas repercusiones en el comercio internacional y en la economía de los países exportadores.