En forma permanente rotan unas 600 cabezas, que en esas instalaciones encuentran el lugar desde donde dirigirse a campos en tierra firme. La institución adelantó su remate anual para facilitar la venta de quienes precisan liquidez para solventar gastos.
Juan Manuel Fernández | [email protected]
Los corrales de la Sociedad Rural de San Javier se mantienen en un lleno total con hacienda que está siendo evacuada de la zona de islas, puesto que allí los productores encuentran un lugar donde realizar el manejo previo a darle destino a sus animales.
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El secretario de la institución, Med. Vet. Robert Fernández, estimó que el número de cabezas en terrenos isleños del distrito ascendería a unas 40.000 cabezas, mientras en las instalaciones de la entidad se alojan aproximadamente 600, que van rotando entre las que entran y las que salen.
El uso de estos corrales es un servicio que la entidad ofrece a los ganaderos que evacúan sus animales ante la inminente llegada de la ola de creciente que puso en alerta todo el curso del Río Paraná, tras el pico que superó los 30 metros en Puerto Iguazú.
Aunque hay cierta calma en los trabajos de evacuación, debido a que el avance del agua es lento, la Sociedad Rural es el punto de salida y allí confluyen las tropas, congestionando los corrales. "Se utilizan las instalaciones para los apartes, porque muchas tropas que salen son de distintos dueños", precisó. "Estamos saturados de corrales", dijo.
A su vez, Fernández anticipó que la Sociedad Rural decidió adelantar su remate anual de hacienda para facilitarle el negocio a quienes precisan realizar ventas para solventar los gastos de evacuación. Originalmente planteado para el 24 de noviembre, decidieron anticiparlo a este jueves 9, pero por la falta de peones (que están trabajando a destajo en la isla) y los pronósticos de lluvia los obligó a plantear como fecha (a confirmar) el próximo martes 14 de noviembre. "Mucha gente vende, tiene que deshacerse de los animales; nosotros íbamos a hacer nuestro remate este jueves pero dan lluvia y también queremos dejar disponibles los corrales para quienes siguen evacuando sus rodeos", planteó el dirigente.
El ruralista comentó que, a raíz de los años de sequía, en la zona "es nula la disponibilidad de campos y de forraje conservado", por lo que es un desafío para los ganaderos encontrar lugar y alimento para sus animales. "Salen hacia Ruta 11, que también implica un gasto; mucha gente vende", acotó.
Ante el inminente arribo de la "ola" de crecida, Fernández transmitió tranquilidad. "Viene levantando muy de a poco, entonces eso da tiempo", a diferencia de otras crecidas que han sido más rápidas. A criterio del profesional, esto obedece a la prolongada sequía que dejó vacías muchas zonas (esteros, arroyos, lagunas) y que se van llenando y regulan el caudal que viene bajando desde la alta cuenca del Paraná. "Esto va dando tiempo, ojalá siga así".
De todos modos, recomendó a los ganaderos "hacer un trabajo a conciencia" y con tranquilidad, para evitar perjuicios como el ahogamiento de animales. La prioridad debería ser sacar las categorías más susceptibles, como vacas y terneros ya que "estamos en plena parición".
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